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En el número 8 de la calle Conde de Peñalver, que hace esquina con la calle Hermosilla, se encuentra el edificio del que fuera el Cine Salamanca: un inmueble de estilo modernista construido en 1935, diseñado por Francisco Alonso Martos y bautizado con el nombre del distrito. Fue concebido como «Cine de barriada, con algunos honores de sala céntrica”.

Inspirado en el Teatro Barceló, el edificio posee un chaflán redondeado, volúmenes superpuestos y espacios pensados para la acústica, características propias del racionalismo alemán. En su interior, el cine albergó un total de 900 butacas. Sus colores, rojo y oro, dieron vida desde sus cuatro plantas a la proyección de largometrajes, obras de teatro y espectáculos musicales.

Durante los años 80, el número 8 de Conde de Peñalver se convirtió en discoteca. Más tarde, y tras varios años en desuso, fue reformado y habilitado para convertirse en una de las tiendas de mayor superficie de la capital, en un emplazamiento inigualable.

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