Entre el paseo de la Castellana y la calle Diego Bahamonde. Existen discrepancias sobre quién fue el personaje al que se le dedicó esta calle. Unos creen que se trata del arquitecto José Hermosilla, autor del trazado del paseo del Prado, y otros apuestan por José Mamerto Gómez Hermosilla, escritor, crítico y filósofo nacido en 1771.

El célebre otorrinolaringólogo, Antonio García Tapia, que se construyó una casa cuando en la calle todavía había solares yermos y donde también pasaba consulta, le pidió al cronista Pedro de Répide que propusiera al Ayuntamiento el cambio de nombre de esta calle por el de Manuel García, madrileño, inventor del laringoscopio. El tramo de Hermosilla, entre Serrano y Velázquez, se llamó de la Concepción. En el número 57 estuvo el edificio de oficinas talleres de “Prensa Gráfica”, editora de “La Esfera”, “Nuevo Mundo” y “Mundo Gráfico”. En la esquina con Claudio Coello se construyó el “Teatro Infanta Beatriz”, que durante la guerra civil se llamó “Barral”, y donde José María Pemán estrenó con gran éxito El divino impaciente. En Hermosilla vivieron el escritor José María Salaverría, Manuel Azaña y la actriz Niní Montián. En el número 79 hubo una tienda de alquiler de bicicletas.