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Desde 1924 se erige en el número 62 de Jorge Juan uno de los teatros más representativos de la escena nacional. El que en su origen fuera el Coliseo Pardiñas ha sobrevivido hasta nuestros días como el Nuevo Teatro Alcalá.
A pesar de que fue concebido como un cinematógrafo y de estrenarse con la proyección de varios largometrajes también hacía las funciones teatro y de oratorio. Su sala de butacas y sus palcos adquieren forma de herradura debido al espacio que ocupa el solar sobre el que se asienta el edificio. Por este motivo el escenario presentaba limitaciones de espacio para representaciones teatrales debido a su escasa anchura, teniendo que acceder al mismo a través de un pasadizo subterráneo.
Después de ser lugar de encuentro para mítines políticos, teatro para la zarzuela, sitio para conferencias y haber sufrido el ostracismo durante más de una década, en 2001 resurge para volver a forma parte activa del arte y la cultura del distrito de Salamanca
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