Núñez de Balboa, Vasco. Jerez de los Caballeros (Badajoz), c. 1475 – Acla (Panamá), 13-19.I.1519. Conquistador, descubridor del océano Pacífico.

En la segunda quincena de 1510 llegó a Santa María Rodrigo de Colmenares con dos naves y los refuerzos para su jefe Diego de Nicuesa, a quien debía encontrar en algún lugar situado al oeste del golfo de Urabá. En la ciudad no se sabía nada de Nicuesa y Colmenares la abandonó, siguiendo por la costa panameña tras el rastro de su gobernador. Lo encontró pasado Nombre de Dios. Nicuesa había fracasado en su objetivo poblador y le quedaban sólo treinta hombres. Al saber que existía Santa María, decidió ir a la ciudad y reclamarla como parte de su gobernación, ya que estaba pasado el golfo de Urabá y había convenido con Ojeda que Urabá se dividiría por la mitad para sus dos gobernaciones. Tardó mucho en llegar y se le anticiparon las noticias de sus desastres, por lo que el Cabildo de Santa María se juramentó para no recibirle por gobernador. Cuando Nicuesa arribó a Santa María se le conminó a no desembarcar y luego a retirarse. Tras muchos incidentes fue obligado a reembarcarse el 1 de marzo de 1511. Puso rumbo a La Española, donde pensaba reclamar sus derechos, pero murió en el naufragio de su nave en alta mar. Fernández de Oviedo atribuye todo esto a maquinaciones de Balboa y Pedro Mártir atribuye culpa a los dos, Enciso y Balboa. Enciso exigió luego dos tercios del botín (sacado el quinto) por su aportación de los barcos y por su supuesto título. Se le negaron; antes al contrario se le acusó de usurpación de autoridad y tentativa de apropiación indebida. Se le puso en libertad, pero decidió ir a España para reclamar sus derechos. Embarcó en la carabela de Colmenares el 4 de abril de 1511. Le acompañaban el alcalde Zamudio y el corregidor Juan de Valdivieso, a quienes Balboa envió a Santo Domingo para pedir ayuda y mercedes. Consecuencia de esto último fue que el virrey Diego Colón reconociera a Vasco Núñez el título de gobernador interino del Darién, desconociendo los derechos de Enciso. Lo mismo haría luego el Rey por Cédula de 23 de diciembre de 1511, en espera de nombrar gobernador en propiedad.

Vasco Núñez de Balboa había quedado como la única autoridad del Darién desde el 4 de abril de 1511, cuando lo abandonó Enciso y un mes después de partir Nicuesa. Su gobierno duró tres años durante los cuales realizo la conquista y el descubrimiento del Pacífico. En mayo se dirigió al cacicazgo de Careta para pedir alimentos a su jefe Chima. No se los dio y Balboa le prendió. Acordaron entonces que Chima entregaría anualmente alimentos y algún oro, a cambio de que Balboa le ayudara en su guerra contra el cacique Ponca. El cacique selló el pacto con la entrega de varias mujeres, entre ellas a su hija Anayansi, que tenía trece años y se convirtió en la amante y mujer de Balboa. Chima aceptó ser bautizado con el nombre de Fernando, como el Rey.

Balboa mandó recoger toda la gente de Nicuesa que quedaba en Veragua y la trasladó a Santa María. En agosto de 1511 procedió a organizar la ciudad. Distribuyó solares a los vecinos, se trazaron calles, se construyeron casas y se señalaron sementeras de maíz. Para cumplir lo prometido a Careta, atacó al cacique Ponca. Los naturales se escondieron, por lo que saqueó su territorio. Fernando le pidió entonces que hiciera lo mismo con otro enemigo suyo, el cacique Comogre (su territorio iba del Caribe al río Bayano). Éste recibió bien a los españoles y tras agasajarlos con comida y bebida abundantes, aceptó luego bautizarse como Carlos y les regaló setenta esclavos y piezas de oro, valoradas en unos 4000 pesos. Balboa ordenó separar el quinto real y repartir el resto del botín entre sus hombres, que disputaron por las mejores piezas. Panquiaco, hijo mayor del cacique, intervino para aconsejar a los españoles que fueran a buscar el oro donde abundaba, que era en las tierras de Pocorosa y Tubanamá, cerca de la mar que estaba al Sur, según señaló (por la inflexión del istmo), y a solo tres días de marcha de las montañas del valle de Bayano. Pedro Mártir recogió un discurso muy florido de Panquiaco, que es improbable que lo dijera, y Las Casas creyó que Panquiaco se refería a la riqueza del Perú, cosa aún más improbable. Balboa y sus hombres regresaron a Santa María, donde encontraron a Valdivia, que había regresado de la Española con el nombramiento de Vasco Núñez como gobernador interino por el virrey. Balboa le mandó regresar nuevamente a Santo Domingo para informar al virrey de las noticias sobre la Mar del Sur y pedirle un refuerzo de mil hombres, armas y vituallas. Le entregó asimismo el quinto real de los botines logrados hasta entonces, que subían a unos 15.000 pesos. La nave de Valdivia naufragó, por lo que Colón no recibió las noticias ni el quinto real. El año se cerró con el nombramiento real de Balboa el 23 de diciembre de 1511 como gobernador y capitán de la isla de Darién “entre tanto que mandamos proveer de Gobernador e Justicia de la provincia del Darién”. Fue resultado de las gestiones de Zamudio en España, pero no le llegaría a Balboa hasta 1513, por lo que ejerció con el que le había dado Colón.

Ningún historiador ha explicado la razón por la cual Balboa no emprendió la jornada del descubrimiento de la Mar del Sur en 1511, tras recibir los informes de Panquiaco, como sería esperable. Aguanto casi dos años para hacerlo, pese a saber que habría llegado al Pacífico en sólo unas semanas. Balboa dedicó el año 1512 y la mayor parte del año siguiente a establecer buenas relaciones con las tribus de la zona transístmica y, lo que es aún más raro, a realizar su expedición a la culata de Urabá, como si presintiera que allí podría haber otro camino alternativo a la Mar del Sur. Organizó una fuerza de ciento sesenta hombres de la que nombró segundo a Rodrigo de Colmenares y la embarcó en un bergantín y una flotilla de canoas para explorar el golfo. Desembarcó en Urabá y penetró hasta la provincia de Ceracana (su cacique era Abraibe), donde recogió otro botín de oro de 6.000 pesos. Subió luego por el río Atrato hasta el río Sucio, al que llamó Negro, desde donde alcanzó la tribu de Albanumaque. Aquí oyó hablar del mito del Dabaibe (sus hombres cogían pepitas de oro como naranjas y las transportaban en cestas). No pudo ir en su busca, porque le llegaron noticias de que en el Darién había surgido una sublevación indígena para destruir Santa María. Regresó a la ciudad y logró deshacer la conspiración urdida por los caciques Cémaco, Abraibe, Abanumaque y Abibaibe en octubre de 1512. Incluso le tendieron una emboscada con cuarenta guerreros disfrazados de campesinos, de la que logró salir indemne por el miedo que les infundió su sola presencia. Pese a todo, la situación de la colonia era mala. Los vecinos llevaban dos años sin refuerzos, viviendo por sus medios, y decidieron pedir ayuda, Construyeron un pequeño bergantín en el que embarcaron el veedor Juan de Quicedo, Colmenares y once tripulantes y partieron el 28 de octubre de 1512. En Santa María quedaron sólo ciento sesenta españoles. Quicedo y Colmenares llegaron a La Española, donde trataron de desacreditar a Balboa, y luego a España en 1513, donde siguieron hablando mal del gobernador, lo que decidió al rey Fernando a enviar un gobernador titular y una fuerza pobladora al Darién.

Por: Manuel Lucena Salmoral

Fuente: Diccionario Biográfico Español